¿Qué es el TEL?

El Trastorno Específico del Lenguaje es un trastorno que afecta a la adquisición del lenguaje desde sus inicios, se prolonga durante la infancia y la adolescencia, pudiendo dejar en algunos casos secuelas significativas en la edad adulta. 

Las dificultades de lenguaje no se pueden explicar en términos de un trastorno más general como una discapacidad intelectual, un déficit auditivo o motor, o un trastorno generalizado del desarrollo. Todos los niños no presentan los mismos síntomas porque no afectan siempre del mismo modo ni con la misma intensidad a todos los componentes del lenguaje, como son la comunicación, la comprensión y la producción. Además, el trastorno puede afectar niños o niñas que presentan simultáneamente otro tipo de alteración al desarrollo, aunque esta alteración no pueda explicar la importancia de sus dificultades del lenguaje: esta coincidencia dificulta lógicamente la identificación de los trastornos, especialmente sus síntomas se superponen con otras patologías del desarrollo y esto ocasiona que a veces, hace falta un tiempo de evolución y de respuesta al tratamiento para confirmar o corregir un diagnóstico inicial. A pesar de esto, hace falta una intervención temprana para tomar las medidas adecuadas desde el primer momento. La identificación del trastorno se basa en el análisis de los síntomas y su relación con el conjunto del desarrollo del niño: se tiene que hacer por personas especializadas en este tipo de alteraciones en estos casos.

Trastorno Sensorial en niñ@s
La integración sensorial es un proceso neurológico que organiza las sensaciones del propio cuerpo y las del ambiente, y hace posible utilizar el cuerpo de forma efectiva en el ambiente que se encuentra. Con la integración sensorial se asimila y se da sentido a la información que nos proporcionan todas las sensaciones que vienen del cuerpo y del mundo exterior y que es captada a través de los órganos de los sentidos.
Para algunos niños la integración sensorial no se desarrolla tan eficientemente como debiera y perciben las sensaciones de manera confusa impactando en el nivel de alerta y atención, la autorregulación y la organización para los desafíos del medio.
La integración sensorial es necesaria para poder interactuar socialmente e interfiere en la capacidad del niño para:
  • Aprender.
  • Lograr acontecimientos importantes de desarrollo.
  • En su comportamiento
  • Tener relaciones sociales saludables con las  personas a cargo del niño y de otros niños.
  • Construir la autoestima.
  • Desarrollar el control motriz: Coordinación motora gruesa y fina.
Los trastornos en estas áreas pueden afectar a la capacidad para funcionar. En los niños pequeños, los problemas de procesamiento de información sensorial frecuentemente son considerados problemas de comportamiento pudiendo llegar a sufrir de ansiedad, depresión, baja autoestima y aislamiento social.
A día de hoy se estima que el Trastorno del Procesamiento Sensorial (TPS) afecta aproximadamente al 3% de los niños y consiste en la dificultad para procesar y organizar la información sensorial.

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